16
MAR
2012

(3ª nota) Comunicación de la Comisión Europea sobre la Estrategia renovada de la UE 2011-2014 sobre la RSE en las empresas

En esta nota destacamos la nueva definición de la RSE establecida por la Comisión, así como el marco de referencia para construir la RSE, el carácter multidimensional, el papel de los poderes públicos y los grupos de interés, la empresa social y el diálogo social.

 

Una nueva definición de la RSE

Una de las aportaciones más interesantes de esta Comunicación es la nueva definición de RSE establecida por la Comisión Europea, y es reconocer la RSE como “la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad”, siendo por supuesto, el respeto y cumplimiento de la legislación aplicable es un requisito previo a esa responsabilidad.

 

Para asumir esa “responsabilidad” a la que se alude, las empresas deben colaborar con las partes interesadas en la integración de sus preocupaciones sociales, medioambientales y éticas, de respeto a los derechos humanos y las preocupaciones de los consumidores en sus operaciones y su estrategia, con un doble objetivo:

 

  • Maximizar la creación de valor compartido para los propietarios/accionistas, las partes interesadas y la sociedad
  • Identificar, prevenir y atenuar sus posibles consecuencias adversas

 

Para maximizar la creación de valor compartido, se anima a las empresas a que haga “un planteamiento estratégico de la RSE”, más allá de actuaciones puntuales.

 

Un marco para construir la RSE y su carácter multidimensional

Anima a las empresas, en especial a las grandes empresas, a que utilicen y se orienten con lo que denomina “un conjunto básico de principios y directrices  internacionales”, como el Pacto Mundial, la ISO 26000, o las Directrices de la OCDE, entre otras, como marco para el desarrollo de la RSE.

 

La Comisión entiende que este marco abarca, como mínimo:

 

-          Los derechos humanos

-          Las prácticas de trabajo y empleo

-          Las cuestiones medioambientales

-          La lucha contra el fraude y la corrupción

 

Pero se incluye también la participación de las comunidades locales, el desarrollo y la integración con discapacidad, y los intereses de los consumidores.

Finalmente, la Comisión promueve los 3 principios de buena gobernanza fiscal en las relaciones entre estados: la transparencia, intercambio de información y competencia leal en materia fiscal (animando a las empresas a que también los apliquen).

 

El papel de los poderes públicos y los grupos de interés

La Comisión entiende que “el desarrollo de la RSE deben lidéralo las empresas”, y que los poderes públicos deben apoyar ese desarrollo, combinando de forma inteligente las medidas voluntarias con cierta regulación. También entiende que debe haber cierta flexibilidad para que las empresas apliquen su propio enfoque en función de sus circunstancias.

 

De forma similar, entiende que sindicatos, organizaciones sociales, los consumidores e inversores, e incluso los medios de comunicación, pueden colaborar de forma constructiva con las empresas para la búsqueda conjunta de soluciones, promoviendo comportamientos responsables o comunicando sobre los mismos.

RSE e innovación social y diálogo social

La Comisión apuesta por un tipo específico de empresa, denominada IES, Iniciativa de Empresa Social, que son empresas cuya “finalidad es explícitamente de orden social o medioambiental”, tratando de crear un ecosistema que permita el desarrollo de las empresas sociales y la innovación social.

Se reconoce el papel que puede tener el diálogo social para la promoción de buenas prácticas de la RSE y el establecimiento de directrices.

 

NUESTRA OPINIÓN:

En relación a la “nueva definición” quizás hubiera sido mejor una definición mucho más explícita y contundente. Nuestra experiencia es que mientras más sencilla y clara sea la definición, más fácil será su difusión entre los empresarios y empresarias, sobre todo entre las pequeñas y medianas empresas, que no se entienden, o no se sienten identificadas con grandes definiciones o no adaptadas a su realidad del día a día.

 

Algo similar pasa con el “marco de principios y directrices internacionales” que está alejado de la realidad de las pymes, que los encuentran poco realistas y/o inaccesibles.

 

¿No podría ser una opción una definición mucho más realista dirigida específicamente a las pymes?

 

Destacar el carácter multidimensional de la RSE es muy importante, pues sabemos que las empresas en muchas ocasiones se limitan a abordar alguno de los aspectos de la misma, y no la entiende o aplican de una forma integral y transversal en su gestión.

 

En relación al papel de los poderes públicos se incide en su papel de “promotores” de la RSE, dejando el papel de liderazgo a las empresas en su aplicación, pero ¿Dónde la está la RSE en los propios poderes públicos?

 

Por otra parte, la referencia a la promoción por parte de la Comisión de “los tres principios de la buena gobernanza fiscal” entre los Estados, y animar a las empresas a su aplicación, la verdad es que suena a cierto cinismo, o como mínimo irónico, dado los orígenes de la crisis y algunas las decisiones adoptadas por los Estados ante ella.

 

Autor: Jose Joya.

Acerca del Autor

Deja un comentario

*

captcha *